La bronquiolitis es mucho más que un simple resfriado en bebés y niños pequeños. Lo que comienza con síntomas leves, como congestión nasal o tos, puede rápidamente convertirse en una infección que compromete la capacidad de respirar de los más pequeños. Es una de las causas más frecuentes de hospitalización en menores de dos años, especialmente durante los meses más fríos y con los cambios de tiempo, como el otoño. Si eres padre o madre, es esencial que conozcas los signos de alerta y las medidas de prevención.
El virus sincitial respiratorio (VSR) es el responsable en la mayoría de los casos y, aunque es altamente contagioso, muchas veces se confunde con un resfriado común en sus primeras fases. Sin embargo, cuando los bronquiolos, las pequeñas vías aéreas de los pulmones, se inflaman y se llenan de moco, la dificultad para respirar puede aumentar drásticamente, poniendo en riesgo la salud del bebé.
Aprender a identificar los primeros síntomas puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida en casa y una hospitalización prolongada. Descubre cómo proteger a tu hijo de esta infección, los cuidados esenciales que necesitas implementar en casa, y cuándo es el momento de acudir al médico para evitar complicaciones graves. La bronquiolitis puede ser grave, pero con la información correcta, puedes estar preparado para actuar a tiempo.