Toda la información médica a tu alcance

  • Todos

  • Especialidad/
    Unidad Médica

  • Especialista

  • Prueba Diagnóstica

  • Tratamiento

CITA ONLINE CONSULTAR RESULTADOS

Actualidad

Artrosis: causas, síntomas y tratamiento del dolor y rigidez que provoca

jueves, 5 de septiembre de 2024

La artrosis es una enfermedad articular crónica que afecta a una gran cantidad de gente en España. Es una de las formas más comunes de enfermedad reumática y se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago que recubre las articulaciones.

Este desgaste genera dolor, rigidez y pérdida de movilidad, afectando de forma significativa la calidad de vida de quienes la padecen. Aunque la artrosis no tiene cura, existen tratamientos y medidas preventivas que ayudan a aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de las articulaciones.

Vamos a explicar las causas de la artrosis, sus principales síntomas y las opciones de tratamiento disponibles. También trataremos de algunas recomendaciones para prevenir y controlar la enfermedad de manera efectiva, mejorando la calidad de vida de aquellos que la sufrís

¿Qué es la artrosis y cuales sus causas?

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente el cartílago articular. El cartílago es el tejido que cubre los extremos de los huesos dentro de una articulación, facilitando el movimiento suave y evitando la fricción entre los huesos. Con el tiempo, este cartílago se desgasta, lo que provoca que los huesos rocen entre sí, causando dolor y rigidez.

Aunque la artrosis puede afectar cualquier articulación del cuerpo, es más frecuente en las rodillas, caderas, manos y columna vertebral. A medida que avanza, la enfermedad puede afectar seriamente la movilidad del paciente, limitando sus actividades del día a día.

La artrosis no tiene una única causa. Se trata de un proceso complejo en el que intervienen varios factores que pueden predisponer a una persona a desarrollar la enfermedad. Entre las principales causas se encontramos :

  • Envejecimiento. Con la edad, el cartílago se deteriora de forma natural, lo que aumenta el riesgo de sufrir artrosis. A partir de los 50 años, la probabilidad de desarrollar la enfermedad aumenta considerablemente.
  • Genética. Algunas personas tienen una predisposición genética que las hace más propensas a desarrollar artrosis, especialmente si tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
  • Traumatismos o lesiones articulares. Las lesiones previas en las articulaciones, como fracturas o esguinces, pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis en la zona afectada, incluso años después de la lesión.
  • Sobrecarga articular. El exceso de peso y las actividades físicas que ejercen una presión continua sobre las articulaciones, como ciertos deportes extremos o trabajos manuales, pueden acelerar el desgaste del cartílago.
  • Alteraciones metabólicas. Algunos trastornos como la diabetes o enfermedades que afectan la producción de colágeno pueden predisponer a la aparición de artrosis.

¿Qué síntomas produce la artrosis?

Los síntomas de la artrosis varían según la articulación afectada y el grado de avance de la enfermedad.

  • Dolor. Es el síntoma principal. Aparece con el movimiento o al ejercer presión sobre la articulación afectada y mejora con el reposo. En fases avanzadas, el dolor puede ser constante, incluso en reposo.
  • Rigidez. Especialmente al levantarse por la mañana o después de estar inactivo durante un período prolongado. La rigidez matutina suele durar menos de 30 minutos.
  • Pérdida de flexibilidad. La articulación se vuelve menos flexible, lo que dificulta realizar movimientos habituales como agacharse, subir escaleras o sujetar objetos.
  • Inflamación e hinchazón. En algunos casos, la articulación afectada puede estar hinchada y presentar una ligera inflamación.
  • Crepitación. Sensación de roce o “chasquido” cuando se mueve la articulación, debido al contacto entre los huesos por la falta de cartílago.

Tratamiento de la artrosis

Aunque la artrosis no tiene cura, ya que estamos hablando de una enfermedad degenerativa. Existen diferentes enfoques terapéuticos que pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento dependerá del grado de afectación y de las necesidades específicas de cada persona.

Tratamiento con medicamentos

El dolor asociado con la artrosis puede tratarse con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno o el naproxeno. En casos más severos, el médico puede recetar analgésicos más fuertes o inyecciones de corticosteroides para reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones afectadas.

En algunos casos, se utilizan suplementos alimenticios como la glucosamina y el condroitín, que pueden mejorar la función articular y retrasar el desgaste del cartílago.

Fisioterapia y ejercicio

El ejercicio moderado y supervisado es fundamental para mantener la movilidad de las articulaciones afectadas por la artrosis. La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, mejorando la estabilidad y reduciendo la carga sobre las mismas. Actividades como caminar, nadar o realizar ejercicios en el agua son especialmente beneficiosas.

El uso de ortesis o dispositivos de apoyo, como rodilleras o plantillas especiales, también puede ayudar a disminuir el dolor y mejorar la funcionalidad.

Paso por el quirófano: cirugía

En los casos más avanzados, cuando los tratamientos conservadores no ofrecen alivio suficiente, se puede recurrir a la cirugía. La cirugía de reemplazo articular o artroplastia es una opción para las personas con artrosis grave, especialmente en las rodillas y caderas.

Este procedimiento reemplaza la articulación dañada con una prótesis artificial, lo que mejora significativamente el dolor y la movilidad.

Diez consejos para pacientes con artrosis

Controlar los síntomas de la artrosis no solo se basa en el tratamiento médico, sino también en adoptar ciertos hábitos y prácticas en la vida diaria. A continuación, 10 consejos clave para mejorar la calidad de vida de las personas con artrosis.

1. Mantén un peso saludable. Reduce el peso corporal, lo que ayuda a disminuir la presión sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas y caderas.

2. Realiza ejercicio regularmente. La actividad física moderada te ayuda a mantener la movilidad articular. Nadar o caminar son ejercicios recomendables para mejorar la fuerza muscular sin afectar las articulaciones.

3. Evita el sedentarismo. Estar inactivo durante largos periodos puede empeorar la rigidez articular. Se recomienda realizar pequeños movimientos y estiramientos con regularidad, por ejemplo cuando estás sentado en sofá.

4. Protege las articulaciones. Evitar movimientos bruscos o repetitivos que sobrecarguen las articulaciones afectadas es fundamental. El uso de ayudas técnicas también puede ser beneficioso.

5. Aplicar calor o frío. Las compresas calientes pueden ayudar a reducir la rigidez, mientras que las frías son útiles para disminuir la inflamación.

6. Utiliza calzado adecuado. Los zapatos con buena sujeción y que amortigüen los impactos pueden aliviar el dolor en las articulaciones de las piernas.

7. Descansa adecuadamente. El descanso es fundamental para la recuperación de las articulaciones y para reducir el dolor. Dormir en una posición cómoda es clave para evitar molestias adicionales.

8. Mantener una postura correcta. Una buena postura ayuda a evitar una sobrecarga adicional en las articulaciones, especialmente en las rodillas y columna.

9. Evita cargas pesadas. Levantar objetos pesados puede agravar el daño articular, por lo que es recomendable evitar este tipo de esfuerzo.

10. Consulta al médico regularmente. Es esencial realizar visitas periódicas al especialista para evaluar la evolución de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.

La artrosis es una enfermedad crónica que puede afectar de manera significativa la vida de las personas, pero existen opciones para controlarla de forma efectiva. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ralentizar su progresión y mejorar la calidad de vida. La combinación de tratamientos médicos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida son fundamentales para el control de los síntomas y para mantener la funcionalidad de las articulaciones a lo largo del tiempo.

En el Hospital La Antigua, ofrecemos atención especializada para el diagnóstico y tratamiento de la artrosis. Contamos con un equipo multidisciplinario de profesionales que trabajan para ofrecerte un plan de tratamiento personalizado y eficaz. Si tienes síntomas de artrosis o estás buscando mejorar tu calidad de vida, no dudes en consultarnos.