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Testosterona en hombres: niveles normales, síntomas y cómo actuar si está alta o baja

miércoles, 25 de junio de 2025

La testosterona es una de esas hormonas de las que todo el mundo ha oído hablar, pero pocos sabrían explicar con precisión qué hace en el cuerpo. Se suele asociar con la fuerza, la energía y el deseo sexual, pero sus funciones van mucho más allá. ¿Sabías que también influye en el estado de ánimo, en la densidad ósea e incluso en la producción de glóbulos rojos? ¿Y que tanto unos niveles bajos como unos niveles excesivamente altos pueden afectar a tu salud?

Muchos hombres se preocupan cuando notan fatiga, bajo deseo sexual o problemas de concentración, sin sospechar que detrás puede haber una alteración hormonal. Otros, sin embargo, buscan aumentar su testosterona sin saber bien qué riesgos conlleva pasarse de la raya. Lo cierto es que mantener unos niveles adecuados de testosterona es fundamental para el equilibrio físico y mental, sobre todo a partir de los 40 años, cuando su producción empieza a descender de forma natural.

La testosterona es mucho más que una hormona relacionada con el deseo sexual. Entender qué funciones cumple, cómo se comporta cuando está por debajo o por encima de lo normal, cómo se mide y qué opciones existen para corregir un desequilibrio hormonal ayuda a tomar decisiones con criterio. También conviene aclarar dudas frecuentes y desmontar algunos mitos que siguen muy presentes, sobre todo entre los hombres que atraviesan cambios físicos o emocionales sin saber muy bien por qué.

¿Qué es la testosterona y para qué sirve?

La testosterona es una hormona sexual masculina producida principalmente en los testículos, y en menor medida en las glándulas suprarrenales. Es la principal responsable del desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas (vello facial, voz grave, aumento de masa muscular, etc.) durante la pubertad. Pero su función no termina ahí.

En la edad adulta, sigue teniendo un papel fundamental en numerosos procesos:

  • Regulación de la libido y la función sexual
  • Producción de esperma
  • Mantenimiento de la masa muscular y ósea
  • Distribución de grasa corporal
  • Estado de ánimo, motivación y niveles de energía
  • Producción de glóbulos rojos

¿Cuáles son los niveles normales de testosterona en hombres?

Los valores de referencia pueden variar ligeramente según el laboratorio, pero en general se consideran normales:

  • Testosterona total 300 - 1.000 ng/dl
  • Testosterona libre 8,7 - 54 pg/ml

Además de estos, a veces se calcula el índice de testosterona libre (ITL) para una mejor valoración clínica. No obstante, más allá del número, es importante tener en cuenta si existen síntomas compatibles.

Testosterona baja: síntomas, causas y tratamiento

Tener la testosterona por debajo de los valores normales puede afectar a muchos aspectos de la salud masculina: desde el deseo sexual hasta la fuerza muscular, el estado de ánimo o la motivación diaria. Aunque suele relacionarse con el envejecimiento, hay otros factores que también influyen. Reconocer los signos de alerta y saber cuándo pedir una analítica puede marcar la diferencia en la calidad de vida.

Síntomas de testosterona baja

Uno de los primeros indicios suele ser la pérdida del deseo sexual, que a menudo se acompaña de fatiga persistente y sensación de apatía. También es frecuente notar una mayor dificultad para mantener una erección, pérdida de masa muscular, cambios en la composición corporal —especialmente aumento de grasa abdominal— y alteraciones en el estado de ánimo. Algunos hombres lo describen como “sentirse apagados”, con menos energía y más irritabilidad de la habitual.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Disminución de la libido
  • Cansancio injustificado
  • Pérdida de fuerza o masa muscular
  • Problemas de concentración
  • Cambios emocionales (apatía, irritabilidad o tristeza)

No es necesario que aparezcan todos a la vez: en muchos casos, la suma de varios síntomas leves ya puede justificar una evaluación médica.

Principales causas de testosterona baja en hombres

El descenso hormonal con la edad es un fenómeno fisiológico, pero no siempre explica por sí solo un nivel de testosterona por debajo de lo recomendable. Existen causas médicas, como el hipogonadismo, que pueden afectar a la producción de testosterona directamente. También hay factores del estilo de vida que influyen, como el sobrepeso, el sedentarismo o el estrés prolongado. Y no hay que olvidar ciertos medicamentos —como los opioides o corticoides— ni enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.

Entre las causas más comunes se encuentran:

  • Envejecimiento natural
  • Trastornos hormonales (hipogonadismo)
  • Obesidad y estilo de vida sedentario
  • Estrés crónico y falta de sueño reparador
  • Fármacos que interfieren con la producción hormonal
  • Enfermedades metabólicas o inflamatorias

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico requiere una combinación de síntomas clínicos y análisis de sangre. La analítica debe hacerse por la mañana, entre las 7 y las 10, cuando los niveles hormonales son más altos. Se mide primero la testosterona total y, si el valor es bajo o dudoso, se solicita también la testosterona libre. Además, se analizan hormonas como la LH y la FSH para determinar si el origen está en los testículos o en el cerebro. En algunas ocasiones, se valora también la prolactina.

Una única analítica no siempre basta. Si hay dudas, se repite al cabo de unas semanas y se valora el conjunto de síntomas antes de plantear un tratamiento.

Tratamiento de la testosterona baja

Cuando se confirma el diagnóstico y los síntomas son significativos, puede indicarse una terapia de reemplazo hormonal (TRT), siempre bajo supervisión médica. El objetivo no es solo normalizar los niveles de testosterona, sino mejorar el bienestar, la energía, la masa muscular y la función sexual. Existen diferentes vías de administración: inyecciones intramusculares cada pocas semanas, geles de aplicación diaria o incluso implantes subcutáneos de liberación prolongada.

Durante el tratamiento es imprescindible realizar controles periódicos para ajustar la dosis y vigilar posibles efectos secundarios, como el aumento del hematocrito o los cambios en la próstata. No todos los hombres con testosterona baja necesitan tratamiento, pero en los casos indicados, puede tener un impacto muy positivo en la calidad de vida.

Testosterona alta en hombres: ¿cuándo es un problema?

Aunque la testosterona baja suele generar más preocupación, unos niveles excesivamente altos también pueden afectar negativamente a la salud. En la mayoría de los casos no se trata de una producción natural elevada, sino del resultado de una suplementación sin control médico, ya sea a través de anabolizantes o de tratamientos hormonales mal indicados. A corto plazo, puede parecer que todo mejora —más energía, más fuerza, más deseo sexual—, pero a medio y largo plazo los efectos secundarios pueden ser serios.

Síntomas de testosterona alta

Una testosterona por encima de lo normal puede provocar alteraciones tanto físicas como conductuales. Es común notar un aumento de la agresividad, una mayor irritabilidad o comportamientos impulsivos que antes no eran habituales. También aparecen cambios visibles en la piel, como acné más severo o aumento de la grasa, junto con pérdida acelerada del cabello.

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

  • Cambios bruscos de humor o aumento de la agresividad
  • Aparición de acné y piel más grasa de lo habitual
  • Caída del cabello en zonas típicas de alopecia androgénica
  • Hinchazón por retención de líquidos
  • Disminución del tamaño testicular
  • Aumento del número de glóbulos rojos (riesgo de trombosis)
  • Ginecomastia (crecimiento del tejido mamario)
  • Disminución de la fertilidad por inhibición de la espermatogénesis

No todos estos síntomas aparecen a la vez, pero su combinación suele ser llamativa, especialmente cuando el aumento hormonal es provocado artificialmente.

Causas de testosterona alta

En hombres sanos, los niveles de testosterona rara vez superan el rango normal por sí solos. Cuando esto ocurre, suele haber una causa externa o médica identificable. La más habitual es el uso de esteroides anabolizantes, sobre todo en el contexto del entrenamiento físico, con el objetivo de ganar masa muscular o mejorar el rendimiento. También puede producirse por tratamientos con testosterona mal ajustados o sin indicación, y en casos mucho más raros, por tumores que producen andrógenos o trastornos en el metabolismo hormonal.

Las causas más comunes incluyen:

  • Uso de anabolizantes u hormonas sin supervisión médica
  • Terapias de reemplazo mal dosificadas o innecesarias
  • Tumores suprarrenales o testiculares productores de andrógenos
  • Alteraciones hepáticas o renales que afectan al metabolismo hormonal

¿Qué riesgos conlleva?

Mantener la testosterona por encima de los niveles fisiológicos puede tener consecuencias importantes, especialmente para el sistema cardiovascular. El aumento de los glóbulos rojos favorece la formación de coágulos, lo que incrementa el riesgo de trombosis o eventos cardiovasculares. También puede elevar la presión arterial, dañar el hígado o provocar alteraciones en el perfil lipídico. En el ámbito reproductivo, la testosterona exógena inhibe la producción natural de esperma, generando infertilidad reversible, y en algunos casos, reducción del tamaño testicular.

Además, al interrumpir de forma brusca la administración externa, puede producirse un efecto rebote: el cuerpo deja de producir testosterona de manera natural durante un tiempo, lo que genera síntomas similares a un hipogonadismo severo.

¿Cómo regular la testosterona de forma natural?

Tanto si hay un déficit como si se busca prevenir desequilibrios, adoptar un estilo de vida saludable es la base para mantener una producción hormonal estable. Algunos cambios pueden tener un impacto positivo real en los niveles de testosterona sin necesidad de recurrir a suplementos o tratamientos médicos.

Las medidas más eficaces incluyen:

  • Realizar ejercicio físico de forma regular, especialmente entrenamiento de fuerza
  • Mantener un peso saludable y evitar el sobrepeso
  • Dormir entre 7 y 8 horas por noche
  • Seguir una dieta equilibrada, rica en grasas saludables (como frutos secos, aguacate o aceite de oliva) y proteínas de calidad
  • Reducir el estrés crónico y practicar técnicas de relajación
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y drogas
  • No automedicarse con testosterona ni con suplementos que alteren el eje hormonal

Estas pautas no solo ayudan a mejorar los niveles hormonales, sino que también tienen beneficios generales para la salud física, mental y metabólica. 

¿Qué relación tiene la testosterona con la fertilidad?

La testosterona y la fertilidad masculina están estrechamente conectadas, aunque no siempre de la forma en que se suele pensar. Es cierto que esta hormona es esencial para el buen funcionamiento de los testículos y para que se produzca esperma de forma normal. Sin niveles adecuados de testosterona, el proceso de espermatogénesis —es decir, la generación de espermatozoides— se ve comprometido. Sin embargo, esto no significa que niveles más altos de testosterona se traduzcan en una mayor fertilidad. De hecho, puede suceder lo contrario.

Exceso de testosterona y fertilidad: un equilibrio delicado

El uso de testosterona externa sin indicación médica, ya sea en forma de anabolizantes o tratamientos mal pautados, puede interferir gravemente en la producción natural de esperma. Cuando el cuerpo detecta que hay un exceso de testosterona circulando, se inhibe la producción de dos hormonas fundamentales: la LH (hormona luteinizante) y la FSH (hormona foliculoestimulante). Estas dos señales hormonales, producidas en la hipófisis, son las encargadas de activar los testículos para que fabriquen espermatozoides. Si se bloquean, el resultado es una disminución significativa en el recuento espermático o incluso la aparición de azoospermia, que es la ausencia total de espermatozoides en el semen.

Este tipo de infertilidad inducida suele ser reversible, pero no siempre es inmediata. En muchos casos se necesita suspender la testosterona exógena y dejar pasar varios meses para que el cuerpo recupere su funcionamiento normal. A veces, además, se requiere tratamiento médico específico para reactivar el eje hormonal.

Déficit de testosterona y alteración de la espermatogénesis

También puede darse el caso contrario: que un hombre con niveles muy bajos de testosterona, por causas naturales o médicas, tenga una producción espermática muy reducida. En estos casos, el tratamiento debe ajustarse para estimular la producción hormonal propia, no simplemente sustituir la testosterona, ya que un tratamiento mal orientado podría empeorar aún más la fertilidad.

Por todo esto, si existe preocupación por la fertilidad o se está buscando un embarazo, es fundamental consultar con un especialista antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento hormonal. Regular la testosterona sin tener en cuenta su impacto sobre el sistema reproductivo puede tener consecuencias no deseadas y difíciles de revertir.

➡️ ¿Y si tengo más dudas sobre los niveles de testosterona?

 

Pues es muy sencillo, puedes mandarnos un correo electrónico a info@hospitallaantigua.com o bien puedes llamarnos por teléfono al teléfono 949 223 600.
Estaremos encantados de atenderte y resolver todas tus dudas.

Preguntas frecuentes sobre la testosterona

Las dudas sobre la testosterona son cada vez más comunes, especialmente a partir de cierta edad o cuando aparecen cambios físicos o emocionales difíciles de explicar. A continuación, respondemos algunas de las preguntas más habituales que se plantean muchos hombres cuando empiezan a preocuparse por sus niveles hormonales, sus efectos en la salud y las opciones de tratamiento disponibles. Porque no todo se resume en cifras: también es importante entender cómo funciona esta hormona y cuándo conviene actuar.

¿Es normal que baje con la edad?

Sí. A partir de los 30-40 años, la testosterona disminuye de forma gradual, alrededor de un 1 % anual.

¿Se puede aumentar la testosterona sin medicamentos?

En muchos casos, sí. Con ejercicio, buena alimentación, sueño adecuado y control del estrés, se pueden mejorar los niveles de forma natural.

¿Es peligroso tener la testosterona muy alta?

Sí. Especialmente si es consecuencia de suplementos no controlados. Puede afectar al corazón, al hígado y a la fertilidad.

¿Qué diferencia hay entre testosterona total y libre?

La testosterona total incluye toda la hormona circulante. La libre es la fracción activa, la que no está unida a proteínas y ejerce sus efectos.

¿Los suplementos naturales funcionan?

Algunos pueden tener un pequeño efecto, pero en general no sustituyen a un tratamiento médico si existe un problema hormonal real.