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Tendinitis: cómo prevenir y tratar la inflamación de los tendones

lunes, 9 de septiembre de 2024

La tendinitis es una inflamación o irritación de los tendones, que son las estructuras que conectan los músculos con los huesos. Este problema afecta principalmente a personas que realizan movimientos repetitivos o sobrecargan sus articulaciones. Siendo también muy frecuente tanto en deportistas como en quienes realizan trabajos manuales.

La tendinitis puede limitar de manera importante el movimiento y causar dolor intenso. Por lo que es importante entender sus causas, síntomas y cómo se puede tratar para prevenir complicaciones mayores.

¿Quieres conocer de manera detallada las causas más comunes de la tendinitis? Cómo identificar los síntomas y qué tratamientos están disponibles, tanto médicos como preventivos, para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

¿Qué es la tendinitis?

La tendinitis es una lesión en el tendón, el tejido que une el músculo al hueso. Cuando este se inflama o se irrita debido a un uso excesivo o una sobrecarga. Los tendones son estructuras esenciales para el movimiento del cuerpo, ya que permiten que los músculos transmitan fuerza a los huesos, facilitando la movilidad articular. Sin embargo, cuando se les exige más de lo que pueden soportar, pueden desarrollarse lesiones que causan dolor e inflamación.

Las partes del cuerpo más afectadas por la tendinitis son los hombros, codos, muñecas, rodillas y talones. Los términos como “codo de tenista”, “codo de golfista” o “tendinitis de Aquiles” se utilizan para describir la localización de la lesión dependiendo de la articulación o el tendón afectado.

Causas principales de la tendinitis

Las causas más comunes de la tendinitis están relacionadas con movimientos repetitivos o sobrecarga de los tendones. Entre los factores más frecuentes se encuentran:

  • Movimientos repetitivos: realizar de forma constante un movimiento particular puede generar irritación en los tendones. Este es el caso de personas que practican deportes como el tenis, el golf o la natación, donde las articulaciones se exponen repetidamente a esfuerzos continuos.
  • Sobrecarga articular: cargar objetos pesados, tanto en el ámbito laboral como en el deportivo, puede sobrecargar los tendones, especialmente si no se realiza un calentamiento adecuado o no se respetan los descansos.
  • Mala postura o técnica: una postura inadecuada en actividades físicas o una técnica incorrecta en el ejercicio pueden aumentar la presión sobre los tendones, debilitándolos y provocando su inflamación.
  • Edad: a medida que las personas envejecen, los tendones pierden su elasticidad y se vuelven más susceptibles a lesiones e inflamación. Esto hace que la tendinitis sea más común en personas mayores de 40 años.
  • Traumatismos: golpes directos o lesiones previas en los tendones pueden desencadenar tendinitis, especialmente si la lesión no ha sido tratada adecuadamente.

Síntomas de la tendinitis

El síntoma más característico de la tendinitis es el dolor en la zona afectada, que puede variar en intensidad dependiendo del grado de inflamación y del movimiento realizado. Otros síntomas comunes incluyen:

  • Dolor al moverse: el dolor suele empeorar al realizar el movimiento que involucra al tendón inflamado. Este malestar puede ser constante o aparecer solo durante la actividad física.
  • Sensibilidad y rigidez: la zona afectada puede estar más sensible al tacto, y es posible experimentar rigidez, especialmente después de periodos de inactividad, como al despertarse por la mañana.
  • Hinchazón e inflamación: en algunos casos, el tendón puede inflamarse o presentar hinchazón visible, lo que indica una mayor gravedad de la lesión.
  • Calor o enrojecimiento: aunque es menos común, algunos pacientes pueden notar enrojecimiento o sensación de calor en la zona afectada, especialmente si la inflamación es significativa.

Diagnóstico de la tendinitis

El diagnóstico de la tendinitis suele ser clínico, es decir, se basa en los síntomas que describe el paciente y en la exploración física realizada por el médico. Durante el examen, el especialista evalúa la movilidad de la articulación afectada, la presencia de dolor a la palpación y los movimientos que desencadenan el malestar.

En casos de tendinitis crónica o cuando se sospechan otras complicaciones, como una rotura parcial del tendón, se pueden utilizar estudios de imagen como la ecografía o la resonancia magnética para evaluar el estado del tendón y descartar otras lesiones más graves.

Tratamientos para la tendinitis

El tratamiento de la tendinitis se enfoca en reducir el dolor, mejorar la función del tendón y prevenir futuras recaídas. A continuación, se describen las principales opciones terapéuticas:

Descanso y modificación de la actividad

El primer paso para tratar la tendinitis es dar descanso al tendón afectado, evitando las actividades que provocan dolor. En algunos casos, puede ser necesario reducir o modificar temporalmente la práctica de deportes o ciertas tareas laborales que impliquen sobrecarga.

Terapia física

La fisioterapia juega un papel crucial en la recuperación de la tendinitis. Un fisioterapeuta puede diseñar un plan de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor del tendón y mejorar la flexibilidad, lo que reduce la presión sobre la articulación afectada.

Además, se pueden aplicar técnicas como la ultrasonoterapia, masajes terapéuticos o electroterapia, que ayudan a disminuir la inflamación y acelerar la curación.

Medicamentos

Para aliviar el dolor y la inflamación, los médicos suelen recetar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como ibuprofeno o naproxeno. En casos más severos, las inyecciones de corticosteroides en la zona afectada pueden ser una opción, ya que reducen la inflamación rápidamente, aunque deben usarse con precaución para evitar efectos secundarios.

Cirugía

Si los tratamientos conservadores no son efectivos y la tendinitis se convierte en una condición crónica que afecta gravemente la movilidad, puede ser necesario considerar la opción quirúrgica. La cirugía puede reparar un tendón gravemente dañado o eliminar la inflamación alrededor de la articulación.

Prevención de la tendinitis

Prevenir la tendinitis es posible tomando algunas medidas simples que reducen la sobrecarga sobre los tendones. Algunos consejos incluyen:

  • Realizar un calentamiento adecuado: antes de cualquier actividad física o deportiva, es importante calentar adecuadamente los músculos y tendones para preparar el cuerpo para el esfuerzo.
  • Evitar movimientos repetitivos: cuando se realizan movimientos repetitivos, es esencial tomar descansos regulares para evitar la fatiga del tendón. Cambiar de postura o técnica también puede reducir la tensión en los tendones.
  • Fortalecer los músculos: ejercicios de fortalecimiento muscular, especialmente aquellos que trabajan los músculos alrededor de las articulaciones, ayudan a descargar los tendones y prevenir lesiones.
  • Mejorar la técnica deportiva: en deportes que impliquen movimientos repetitivos, aprender y mantener una buena técnica es crucial para evitar sobrecargas en los tendones.

La tendinitis es una afección que, aunque común, puede limitar considerablemente la movilidad y calidad de vida de quienes la padecen. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado, tratamiento temprano y la adopción de medidas preventivas, es posible reducir el impacto de la tendinitis y mejorar la función de los tendones. El descanso, la fisioterapia y los ejercicios de fortalecimiento son pilares fundamentales en el tratamiento, junto con la modificación de actividades para evitar la recurrencia.

Si experimentas dolor en las articulaciones o sientes que podrías estar desarrollando tendinitis, es importante que consultes con un especialista. En el Hospital La Antigua, contamos con un equipo multidisciplinario para ofrecerte el diagnóstico y tratamiento adecuado, con el objetivo de mejorar tu calidad de vida y bienestar general.