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Mastectomía y apoyo integral para una recuperación segura

miércoles, 10 de diciembre de 2025

La palabra mastectomía nunca llega en un contexto sencillo. Suelen ser momentos de muchas preguntas, decisiones importantes y emociones intensas. Aun así, también es una intervención que, en muchos casos, abre la puerta a tratamientos eficaces y a nuevas oportunidades de salud. Conocer qué implica, por qué se indica y cómo es la recuperación ayuda a vivir este proceso con más tranquilidad.

La mastectomía no es una única cirugía, sino un conjunto de técnicas que se adaptan a cada mujer según el tipo de tumor, su extensión, los factores genéticos y las preferencias personales. Algunas permiten conservar piel o pezón para una reconstrucción inmediata; otras requieren extirpar un volumen mayor de tejido para garantizar la seguridad oncológica. Cada caso es distinto y se decide de forma individualizada junto al equipo médico.

En el Hospital La Antigua, la detección y el estudio de la patología mamaria se apoyan en un mamógrafo de última generación con tomosíntesis 3D integrada y software avanzado de contraste mamario. Esta tecnología proporciona imágenes más precisas, permite detectar lesiones milimétricas y reduce de forma significativa la molestia durante la prueba. Contar con equipos modernos es clave para un diagnóstico más fiable y para planificar la cirugía con mayor precisión.

Qué es una mastectomía y por qué se realiza

La mastectomía consiste en la extirpación parcial o total de la mama. Su indicación más habitual es el cáncer de mama, especialmente cuando el tumor es grande, está muy extendido, tiene un comportamiento agresivo o no puede tratarse con cirugía conservadora. En ocasiones también se recomienda en mujeres con alto riesgo genético, como aquellas portadoras de mutaciones que aumentan la probabilidad de desarrollar un cáncer mamario.

El objetivo no es solo retirar el tumor, sino hacerlo con márgenes de seguridad que reduzcan el riesgo de recaída. Según la anatomía del tumor y la estructura del pecho, el equipo médico decide si se realiza una mastectomía simple, una técnica que conserva la piel o una cirugía más amplia cuando es necesario actuar sobre ganglios o tejido circundante.

En casos muy concretos, la mastectomía se utiliza de forma preventiva. Son decisiones complejas, siempre acompañadas por especialistas en oncología, ginecología y consejo genético.

Tipos de mastectomía: diferentes opciones según cada situación

Existen intervenciones que retiran únicamente el tejido mamario y otras que incluyen la extirpación de ganglios o de estructuras cercanas. Algunas técnicas permiten conservar la piel o el pezón, lo que facilita la reconstrucción inmediata con mejores resultados estéticos. La elección no depende solo del tamaño del tumor, sino también de su localización, del tipo de mama, de si ha habido tratamientos previos y de la preferencia de cada mujer.

La cirugía mamaria ha avanzado notablemente en los últimos años. Hoy es posible realizar procedimientos menos invasivos, con cicatrices más discretas y tiempos de recuperación más cortos. La cirugía reconstructiva también ha evolucionado, lo que permite ofrecer opciones más naturales y adaptadas a cada caso.

Cómo se valora e indica una mastectomía: estudios previos y planificación quirúrgica

La mastectomía no es un diagnóstico, sino una opción quirúrgica que se plantea cuando el estudio de la mama confirma la presencia de un tumor o un riesgo elevado de desarrollarlo. Antes de decidir si este tipo de cirugía es la más adecuada, se realiza una valoración completa para conocer la extensión real de la enfermedad y determinar la técnica más segura para cada mujer.

El proceso comienza con pruebas de imagen como mamografía, ecografía y, en determinados casos, resonancia magnética. En el Hospital La Antigua, la mamografía se apoya en un mamógrafo de última generación con tomosíntesis 3D integrada, capaz de detectar lesiones muy pequeñas y ofrecer una visualización precisa del tejido mamario. Esta calidad de imagen resulta fundamental para planificar adecuadamente la cirugía y decidir si existen alternativas conservadoras.

Cuando las pruebas de imagen sugieren una lesión sospechosa, se confirma su naturaleza mediante biopsia. A partir de ahí se valora la afectación de ganglios, la localización y el tamaño del tumor, y se determina si procede realizar técnicas como el estudio del ganglio centinela. Esta fase también incluye la planificación anestésica, la preparación previa a la cirugía y la evaluación de las opciones de reconstrucción, que se explican de forma individualizada para que cada mujer pueda tomar decisiones con claridad y confianza.

Cómo es la recuperación después de una mastectomía

La mayoría de las mujeres comienza a retomar su ritmo habitual en pocas semanas, aunque es normal experimentar tirantez, inflamación o cambios en la sensibilidad de la zona. Los ejercicios suaves de movilidad del brazo ayudan a prevenir rigidez y mejorar la funcionalidad, siempre siguiendo las indicaciones del equipo sanitario.

Si existe reconstrucción mamaria inmediata, la recuperación puede requerir cuidados específicos, ya sea por el implante o por el tejido utilizado. En otros casos, la reconstrucción se programa más adelante, una vez completados tratamientos como quimioterapia o radioterapia.

A nivel emocional, la mastectomía puede generar inseguridad, tristeza o preocupación por la imagen corporal. Por eso el acompañamiento psicológico y la rehabilitación son parte esencial del proceso en el Hospital La Antigua.

Riesgos y posibles complicaciones

La mastectomía es una cirugía segura, pero como en cualquier intervención existen riesgos que conviene conocer. En los primeros días pueden aparecer hematomas, inflamación o seromas —acúmulos de líquido bajo la piel— que suelen resolverse con curas locales o pequeños drenajes. También es posible que la zona quirúrgica esté más sensible o, por el contrario, presente una disminución de la sensibilidad; estos cambios son habituales y pueden mejorar con el tiempo a medida que los tejidos cicatrizan.

Cuando se intervienen los ganglios axilares, la recuperación puede requerir más atención. Algunas mujeres experimentan tirantez, hormigueos o limitación de movimiento en el brazo, especialmente si más adelante se administra radioterapia. La fisioterapia y los ejercicios de movilidad ayudan a prevenir estas molestias y facilitan que la función del brazo se recupere por completo.

Aunque la mayoría de las complicaciones se solucionan sin dificultad, es importante no restar importancia a los signos de alarma. Enrojecimiento creciente, fiebre, dolor intenso, inflamación marcada o secreciones en la herida deben valorarse cuanto antes. Un seguimiento cercano con el equipo médico permite detectar cualquier problema a tiempo, ajustando los cuidados y asegurando una recuperación segura y tranquila.

Reconstrucción mamaria: una opción que se adapta a cada mujer

La reconstrucción puede realizarse en la misma intervención o en un segundo tiempo. Algunas mujeres la desean desde el primer momento; otras prefieren esperar o deciden no reconstruirse. Cualquiera de las opciones es válida si responde a las necesidades y deseos de la paciente.

Las técnicas incluyen implantes, expansores o reconstrucción con tejido propio. La elección depende del tipo de mastectomía, la complexión física, los tratamientos oncológicos y las preferencias de la mujer.

Impacto en la calidad de vida y adaptación tras la cirugía

La mastectomía no es solo una cirugía: es una experiencia vital que toca aspectos físicos, emocionales y sociales. Aunque el objetivo clínico es eliminar la enfermedad, el impacto en la imagen corporal y en la relación con el propio cuerpo puede ser considerable. Muchas mujeres describen un periodo de duelo, de redefinición y de búsqueda de equilibrio, incluso cuando llegan a la cirugía muy convencidas de su decisión. Este proceso es natural y merece ser atendido con la misma seriedad que la recuperación física.

La adaptación suele darse de manera progresiva. Con el paso de las semanas, la movilidad mejora, las cicatrices cambian de aspecto y la rutina empieza a recuperar su forma habitual. Pequeños gestos, como elegir prendas que resulten cómodas, ajustar el tipo de sujetador, modificar la postura o adaptar la actividad física, ayudan a recuperar seguridad. Las prótesis externas, las técnicas de rehabilitación y la reconstrucción mamaria también pueden contribuir a una mayor sensación de normalidad, siempre que la mujer lo desee y sienta que son opciones que encajan con ella.

El apoyo psicológico juega un papel fundamental en toda esta etapa. No se trata solo de gestionar el miedo al cáncer, sino de acompañar el impacto emocional de la cirugía: la relación con el cuerpo, los cambios en la autoestima, la sexualidad, el temor a la recaída y la manera en que se reestructura la vida cotidiana. Contar con profesionales especializados en psicooncología, así como con grupos de apoyo o espacios donde compartir experiencias, ayuda a transformar esta etapa en un proceso más llevadero. En muchos casos, este acompañamiento permite que la mujer recupere su bienestar emocional y afronte el futuro con más calma, más recursos y una sensación real de control sobre su salud.

➡️ ¿Y si tengo más dudas sobre la mastectomía?

Pues es muy sencillo, puedes mandarnos un correo electrónico a info@hospitallaantigua.com o bien puedes llamarnos por teléfono al teléfono 949 223 600.
Estaremos encantados de atenderte y resolver todas tus dudas.

Preguntas frecuentes sobre la mastectomía

La decisión de someterse a una mastectomía suele ir acompañada de dudas muy concretas sobre el proceso, la recuperación, el seguimiento y las opciones futuras. Resolverlas ayuda a reducir la incertidumbre y permite afrontar la cirugía con más seguridad y tranquilidad.

¿Siempre es necesario retirar toda la mama?

No. Existen mastectomías que conservan la piel e incluso el pezón, siempre que la seguridad oncológica lo permita. La elección depende del tipo de tumor, su localización y las recomendaciones del equipo de mama.

¿La recuperación es muy dolorosa?

Las molestias son habituales en los primeros días, especialmente al mover el brazo, pero suelen mejorar con la medicación pautada y los ejercicios de movilidad recomendados por el equipo de rehabilitación.

¿La reconstrucción es obligatoria?

No. Es una decisión completamente personal. Puede realizarse de forma inmediata durante la misma cirugía o más adelante, según las preferencias de la mujer y las indicaciones médicas.

¿Qué papel tiene la mamografía tras la mastectomía?

La mama no operada debe continuar con sus controles habituales. Contar con un mamógrafo de última generación con tomosíntesis 3D, como el del Hospital La Antigua, permite detectar cambios mínimos con una precisión que facilita la detección precoz.

¿Cuándo puedo volver al trabajo o hacer ejercicio?

Depende del tipo de cirugía y de si se ha realizado reconstrucción. En general, las actividades ligeras pueden retomarse entre dos y tres semanas después, aunque el ejercicio más intenso debe esperar un poco más.

¿Es normal sentir tirantez o cambios en la sensibilidad?

Sí. La alteración de la sensibilidad en la zona operada es frecuente y puede mejorar con el tiempo. También es habitual sentir tirantez en la axila o el pecho, que se alivia con ejercicios indicados por fisioterapia.

¿Puede aparecer linfedema tras la mastectomía?

El riesgo existe, especialmente cuando se retiran ganglios axilares. Por eso es importante seguir las recomendaciones de movilidad, evitar cargas excesivas y acudir a revisión ante cualquier hinchazón persistente del brazo.

¿La mastectomía elimina por completo el riesgo de cáncer de mama?

Reduce el riesgo de forma significativa, pero no lo elimina al 100 %, ya que pueden quedar pequeñas células residuales. Por eso el seguimiento periódico sigue siendo fundamental.

¿Se puede conducir después de la cirugía?

Generalmente se recomienda esperar entre dos y tres semanas, o hasta que mover el brazo no genere dolor ni limitación.