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¿Qué son las hemorroides? Guía completa de tratamiento y alivio

martes, 12 de noviembre de 2024

Las hemorroides son una de las afecciones más comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo, y a pesar de ser un tema tabú para muchos, es fundamental hablar de ellas para poder comprenderlas mejor y saber cómo tratarlas.

¿Sabías que aproximadamente el 75% de las personas experimentarán hemorroides en algún momento de su vida? Sin embargo, muchas veces la gente evita hablar de este tema, lo que puede hacer que se convierta en una afección aún más difícil de tratar.

¿Te has preguntado alguna vez qué son las hemorroides, por qué aparecen, cómo prevenirlas o qué tratamiento es el más adecuado? Vamos a analizar las hemorroides en profundidad, desde sus causas y síntomas hasta las mejores opciones de tratamiento disponibles para aliviar el malestar.

¿Qué son las hemorroides?

Las hemorroides son venas inflamadas en la parte baja del recto o del ano. Se pueden formar tanto dentro del ano (hemorroides internas) como en la parte exterior (hemorroides externas). Estas venas son similares a las varices, pero están ubicadas en una zona diferente del cuerpo. Las hemorroides pueden causar dolor, sangrado e incomodidad, y aunque son bastante comunes, muchas personas no saben cómo se producen o cómo tratarlas adecuadamente.

En términos sencillos, las hemorroides son venas hinchadas que se encuentran dentro o alrededor del área anal. En muchos casos, los síntomas de las hemorroides pueden desaparecer por sí solos en pocos días, pero también pueden ser crónicas o recurrentes si no se toman las medidas adecuadas.

¿Por qué se producen las hemorroides?

Las hemorroides son el resultado de una presión excesiva sobre las venas del recto y el ano. Esta presión puede ser causada por diversos factores, y a continuación te mencionamos los más comunes:

  • Estreñimiento crónico: es una de las principales causas de las hemorroides, ya que cuando una persona hace esfuerzos excesivos para evacuar, ejerce presión sobre las venas del recto y el ano. Esto puede resultar en la inflamación de las venas y la formación de hemorroides.
  • Embarazo: durante el embarazo, el aumento de la presión sobre el abdomen y la alteración en los niveles hormonales pueden hacer que las venas del área anal se inflamen. Las hemorroides son especialmente comunes en el tercer trimestre del embarazo.
  • Sedentarismo: estar sentado durante largos períodos, especialmente en el baño, también puede aumentar la presión sobre las venas del recto. El estilo de vida poco activo contribuye a la formación de hemorroides.
  • Diarrea crónica: al igual que el estreñimiento, la diarrea frecuente puede irritar las venas en la zona anal, lo que puede dar lugar a hemorroides.
  • Obesidad: el exceso de peso corporal aumenta la presión sobre las venas de la parte inferior del cuerpo, lo que puede favorecer la aparición de hemorroides.
  • Edad avanzada: con el paso de los años, los tejidos que sostienen las venas en la zona anal pueden debilitarse, aumentando la probabilidad de desarrollar hemorroides.
  • Levantar objetos pesados: el esfuerzo físico de levantar cargas pesadas también puede incrementar la presión sobre las venas anales.

¿Que tipos hay?

Las hemorroides se dividen en dos tipos principales: internas y externas. Cada tipo tiene características diferentes y puede presentar síntomas particulares.

Hemorroides internas

Las hemorroides internas se encuentran dentro del recto y, en muchos casos, no son dolorosas debido a la falta de terminaciones nerviosas en esta área. Sin embargo, pueden causar sangrado, especialmente al evacuar. Si las hemorroides internas se agrandan o se caen fuera del ano, se convierten en hemorroides prolapsadas, que pueden causar dolor y malestar.

Hemorroides externas

Las hemorroides externas están situadas alrededor del ano, en la parte exterior. Pueden ser más dolorosas que las internas, ya que se encuentran cerca de la piel, que tiene muchas terminaciones nerviosas. Las hemorroides externas pueden ser visibles y a veces formarse coágulos de sangre (trombosis), lo que provoca una inflamación dolorosa y sensible.

Síntomas más frecuentes de las hemorroides

Los síntomas de las hemorroides pueden variar en función del tipo y la gravedad de la afección. Algunas personas no presentan síntomas graves, mientras que otras experimentan molestias significativas. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Sangrado rectal: este es uno de los síntomas más comunes de las hemorroides. El sangrado suele ser de color rojo brillante y se puede notar en el papel higiénico después de evacuar. Si notas sangrado, es importante consultar a un médico para descartar otras afecciones.
  • Picor o irritación anal: la picazón o sensación de irritación en la zona anal es otro síntoma frecuente de las hemorroides.
  • Dolor o incomodidad: especialmente en las hemorroides externas, el dolor puede ser agudo. En las hemorroides internas, el dolor es menos común, pero puede ocurrir si las hemorroides se prolapsan o se trombosan.
  • Hinchazón alrededor del ano: las hemorroides externas pueden causar una sensación de bulto o inflamación en el área anal.
  • Dificultad para evacuar: en casos graves, las hemorroides pueden interferir con el paso de las heces, causando dificultad para evacuar.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de las hemorroides generalmente se realiza a través de un examen físico y una revisión de los síntomas. El médico puede realizar una inspección visual del área anal y, en algunos casos, recomendar un examen más detallado, como una anoscopía o sigmoidoscopía, para evaluar el interior del recto y el colon.

Es importante destacar que aunque las hemorroides son una causa común de los síntomas anales, existen otras afecciones, como fisuras anales o incluso cáncer colorectal, que pueden presentar síntomas similares. Por lo tanto, si experimentas sangrado o dolor persistente, es recomendable acudir al médico para un diagnóstico adecuado.

Los mejores tratamientos para las hemorroides

El tratamiento de las hemorroides depende de la gravedad de los síntomas. En muchos casos, las hemorroides se pueden controlar con cambios en el estilo de vida y tratamientos caseros. Sin embargo, en casos más graves, es necesario recurrir a procedimientos médicos. A continuación, te presentamos algunas opciones de tratamiento:

Tratamientos caseros y cambios en el estilo de vida

  • Aumento de fibra en la dieta. Consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, ayuda a ablandar las heces y reduce el esfuerzo durante las evacuaciones. Esto puede aliviar la presión sobre las venas del recto.
  • Hidratación adecuada. Beber suficiente agua durante el día también ayuda a prevenir el estreñimiento, lo que reduce la posibilidad de desarrollar hemorroides.
  • Baños de asiento. Sentarse en un baño de agua tibia durante 10-15 minutos varias veces al día puede aliviar el dolor y la inflamación de las hemorroides.
  • Cremas y supositorios. Existen cremas, ungüentos y supositorios de venta libre que pueden reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado con las hemorroides. Estas opciones suelen contener ingredientes como hidrocortisona o hamamelis.
  • Evitar el esfuerzo excesivo. Es importante evitar hacer esfuerzos excesivos al evacuar, ya que esto puede empeorar las hemorroides. Si el estreñimiento es un problema, considera consultar a un médico para obtener orientación.

Procedimientos médicos

Si los tratamientos caseros no son efectivos o las hemorroides son severas, el médico puede recomendar uno de los siguientes procedimientos:

  • Ligadura con banda elástica. Este procedimiento consiste en colocar una banda elástica alrededor de las hemorroides internas para cortar el flujo sanguíneo, lo que hace que se caigan después de unos días.
  • Escleroterapia. En este otro procedimiento, se inyecta una solución química en las hemorroides para reducir su tamaño.
  • Hemorrhoidectomía. En casos más graves, se puede realizar una cirugía para extirpar las hemorroides. Este procedimiento se utiliza cuando otras opciones no han tenido éxito.
  • Coagulación infrarroja. Se utiliza una fuente de calor para coagular los vasos sanguíneos que alimentan las hemorroides, lo que provoca su reducción.

 

¿Cómo las podemos prevenir de una manera efectiva?

La prevención de las hemorroides se basa principalmente en evitar los factores de riesgo que contribuyen a su aparición. Algunas medidas preventivas incluyen:

  • Mantener una dieta rica en fibra y beber suficiente agua.
  • Evitar el estreñimiento y el esfuerzo excesivo durante las evacuaciones.
  • Realizar actividad física regular para mejorar la circulación sanguínea.
  • Evitar estar sentado durante períodos prolongados, especialmente en elbaño.
  • Evitar levantar objetos pesados sin la técnica adecuada y sin tomar precauciones para no ejercer presión excesiva sobre el abdomen.
  • Evitar el uso prolongado de laxantes, que pueden empeorar el estreñimiento si no se usan con moderación.

Consejos para mantenerlas controladas a largo plazo

Aunque muchas personas se recuperan de las hemorroides con tratamiento casero, es importante adoptar hábitos a largo plazo para evitar que las hemorroides vuelvan a aparecer o empeoren. Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a mantener la salud de la zona anal y a evitar la recurrencia de las hemorroides:

Mantén una dieta equilibrada. Asegúrate de que tu dieta esté equilibrada con alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento. La fibra no solo ayuda a suavizar las heces, sino que también mejora la digestión general.

Realiza actividad física regularmente. La actividad física regular no solo mejora la circulación sanguínea, sino que también facilita la digestión y el paso de las heces, lo que ayuda a prevenir el esfuerzo excesivo al evacuar.

Haz pausas si pasas mucho tiempo sentado. Si tu trabajo o rutina diaria requiere que permanezcas sentado por largos períodos, toma descansos frecuentes para caminar o estirarte. Esto ayuda a mejorar la circulación sanguínea en la zona anal y a prevenir la presión prolongada sobre las venas.

Evita el uso excesivo de papel higiénico. En lugar de usar papel higiénico duro, opta por toallitas húmedas suaves sin alcohol para limpiar el área anal después de evacuar. Esto reduce la irritación y el malestar.

No ignores los síntomas. Si sientes molestias persistentes en el área anal, como dolor, sangrado o picazón, no dudes en consultar a un profesional de la salud. Ignorar los síntomas podría empeorar la situación y aumentar el riesgo de complicaciones.