La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un término que engloba trastornos crónicos del sistema digestivo que provocan inflamación prolongada en el tracto gastrointestinal. Sus dos formas principales, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, afectan a millones de personas en todo el mundo y pueden generar complicaciones severas si no se diagnostican y tratan adecuadamente.
Aunque sus síntomas pueden variar en cada paciente, es común que la EII cause dolor abdominal, diarrea persistente, pérdida de peso y fatiga. Esta enfermedad puede afectar tanto a adultos como a niños y, debido a su carácter crónico, requiere un manejo integral que incluya cambios en la alimentación, tratamientos médicos y un control periódico.
Te vamos a contar en detalle cuáles son sus síntomas, las diferencias entre colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, las principales causas y factores de riesgo, el diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles. Además, abordaremos cómo es vivir con enfermedad inflamatoria intestinal y qué estrategias pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Qué es la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es una afección crónica caracterizada por una inflamación recurrente en diferentes partes del aparato digestivo. Esta inflamación es causada por una respuesta anormal del sistema inmunitario que ataca la mucosa intestinal, generando úlceras, lesiones y problemas de absorción de nutrientes.
A diferencia de otras enfermedades digestivas, la EII no es una infección ni un problema pasajero, sino un trastorno de larga duración que alterna períodos de actividad y remisión. Aunque su origen exacto no se conoce con certeza, se ha identificado que ciertos factores genéticos y ambientales contribuyen a su aparición.
Además de afectar el sistema digestivo, la EII puede generar manifestaciones extraintestinales, como problemas articulares, cutáneos u oculares. La inflamación crónica también puede derivar en complicaciones a largo plazo, como deficiencias nutricionales, mayor riesgo de cáncer de colon y alteraciones en la calidad de vida del paciente.
Existen dos tipos principales de EII:
- Colitis ulcerosa: afecta exclusivamente al colon y al recto. La inflamación se limita a la capa más superficial de la mucosa intestinal y suele generar úlceras.
- Enfermedad de Crohn: puede afectar cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. La inflamación es más profunda y puede comprometer varias capas de la pared intestinal, causando estenosis, fístulas y otras complicaciones.
Ambas enfermedades comparten ciertos síntomas, pero tienen diferencias clave en cuanto a su localización y la forma en que afectan al organismo. Dado que los síntomas pueden solaparse con otras afecciones digestivas, es fundamental un diagnóstico preciso para determinar el tipo de EII y establecer el tratamiento más adecuado.