La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades crónicas más comunes en la actualidad y su prevalencia sigue en aumento. Millones de personas en todo el mundo la padecen, muchas de ellas sin ser conscientes hasta que los síntomas se vuelven evidentes. Se trata de un trastorno metabólico que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa, una fuente esencial de energía para las células. La incapacidad de regular adecuadamente los niveles de azúcar en sangre puede derivar en graves complicaciones a largo plazo si no se detecta y trata a tiempo.
A pesar de su impacto en la salud, es posible controlar la diabetes tipo 2 con una combinación de cambios en el estilo de vida, tratamientos médicos y seguimiento continuo. Pero, ¿qué provoca esta enfermedad? Ésta y otras preguntas, como cuáles son los síntomas más comunes, los factores de riesgo y las estrategias para prevenirla, serán abordadas en este artículo.
¿Qué es la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 es una alteración en el metabolismo de la glucosa caracterizada por la resistencia a la insulina. En condiciones normales, el páncreas produce insulina, una hormona encargada de ayudar a la glucosa a ingresar en las células para ser utilizada como energía. En los pacientes con diabetes tipo 2, las células no responden adecuadamente a la insulina, lo que provoca que el páncreas produzca más de esta hormona para compensar. Con el tiempo, esta sobrecarga puede provocar un agotamiento de las células beta del páncreas, lo que empeora la regulación del azúcar en sangre.
A diferencia de la diabetes tipo 1, que suele diagnosticarse en la infancia o juventud y está relacionada con una deficiencia total de insulina, la diabetes tipo 2 aparece de forma progresiva, generalmente en adultos, aunque también puede afectar a jóvenes con factores de riesgo asociados.
Causas y factores de riesgo
El desarrollo de la diabetes tipo 2 es el resultado de una combinación de factores genéticos y de estilo de vida que afectan la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en sangre de manera eficiente. Aunque algunas personas tienen una predisposición genética a padecer la enfermedad, en la mayoría de los casos los hábitos diarios desempeñan un papel crucial en su aparición.
Uno de los factores más determinantes es la resistencia a la insulina, una condición en la que las células del cuerpo dejan de responder adecuadamente a la insulina, lo que obliga al páncreas a producir más cantidad de esta hormona. Con el tiempo, esta sobreproducción provoca un agotamiento de las células beta del páncreas, lo que disminuye la capacidad del organismo para mantener estables los niveles de glucosa en sangre.
Entre los principales factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de la diabetes tipo 2 se encuentran:
- Obesidad y sobrepeso: la acumulación excesiva de grasa, especialmente en la zona abdominal, está estrechamente relacionada con la resistencia a la insulina y el aumento del riesgo de desarrollar diabetes.
- Sedentarismo: la falta de actividad física impide que el cuerpo utilice correctamente la glucosa, contribuyendo a la resistencia a la insulina.
- Dieta poco saludable: un consumo excesivo de azúcares, carbohidratos refinados y grasas saturadas puede desequilibrar los niveles de insulina y favorecer la inflamación en el organismo.
- Antecedentes familiares: tener familiares directos con diabetes tipo 2 aumenta considerablemente el riesgo de desarrollarla.
- Edad avanzada: aunque puede aparecer en personas jóvenes, el riesgo se incrementa con el paso de los años, especialmente después de los 45 años.
- Estrés y alteraciones hormonales: el estrés prolongado y ciertos trastornos hormonales pueden influir en la regulación de la insulina y la glucosa en sangre.
- Trastornos metabólicos previos: condiciones como el síndrome de ovario poliquístico o la hipertensión arterial están asociadas a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Si bien algunos de estos factores no pueden modificarse, muchos otros dependen de los hábitos diarios. Mantener un estilo de vida saludable es clave para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y mejorar la salud metabólica en general.