La salud ósea suele pasar desapercibida hasta que aparece un susto: una caída con fractura, un dolor que no esperábamos o un informe médico que habla de “pérdida de masa ósea”. La densitometría ósea se ha convertido en una herramienta fundamental para detectar estos cambios antes de que den problemas. Es una prueba sencilla, rápida y muy precisa que permite conocer la fortaleza real de los huesos y anticiparse a fracturas futuras.
En un momento en el que la osteoporosis es cada vez más frecuente —sobre todo a partir de los 50 años, en mujeres posmenopáusicas y en personas con ciertos factores de riesgo—, disponer de una medición exacta de la densidad mineral ósea es esencial. No es una prueba reservada para casos graves; al contrario, funciona como un auténtico mapa del estado del esqueleto.
En Hospital La Antigua contamos además con uno de los densitómetros más avanzados del mercado, un equipo Hologic de última generación, reconocido por su precisión, fiabilidad y capacidad para detectar variaciones mínimas en el hueso. Esta tecnología permite ofrecer diagnósticos más exactos y seguimientos más seguros, lo que marca una diferencia real en la prevención de la osteoporosis y de fracturas asociadas.
¿Qué es exactamente una densitometría ósea y para qué sirve?
La densitometría ósea, también llamada DEXA o DXA, es una técnica de imagen que mide la cantidad de calcio y minerales presentes en los huesos. Cuanto mayor es esa densidad, más fuerte es el hueso; cuando disminuye, aumenta el riesgo de fractura. Es la prueba de referencia mundial para diagnosticar osteoporosis y osteopenia, y también para monitorizar cómo evolucionan a lo largo del tiempo.
A diferencia de otras pruebas, la densitometría no analiza el hueso “por fuera”, sino su estructura interna. Esto permite detectar pérdidas de densidad que aún no producen síntomas. En muchos casos, estas alteraciones pasan por alto en las radiografías tradicionales, lo que explica por qué la densitometría es tan importante como herramienta preventiva.
En nuestro hospital utilizamos la tecnología Hologic, líder internacional en densitometría, que destaca por ofrecer imágenes de alta resolución con una dosis mínima de radiación. Su precisión es especialmente útil para personas que necesitan controles periódicos: gracias a la estabilidad y fiabilidad de sus mediciones, se pueden comparar los resultados año tras año sin riesgo de error.
Osteoporosis y densitometría ósea: por qué van de la mano
La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso pierde densidad y calidad hasta volverse más frágil de lo normal. No aparece de un día para otro: es un proceso silencioso que avanza durante años sin dar síntomas. La mayoría de las personas se entera de que la padece cuando ocurre una fractura por un golpe mínimo o incluso por un movimiento cotidiano. Por eso la densitometría ósea es tan importante: permite ver lo que a simple vista no se nota.
A partir de los 50–55 años, la pérdida de hueso se acelera, especialmente en mujeres después de la menopausia debido al descenso de estrógenos. En hombres también puede aparecer, sobre todo por sedentarismo, tabaquismo, consumo elevado de alcohol, déficit de vitamina D, enfermedades crónicas o tratamientos que afectan al metabolismo óseo. La densitometría no solo ayuda a confirmar el diagnóstico, sino también a clasificarlo, valorar su gravedad y decidir cuándo es necesario iniciar tratamiento médico.
En Hospital La Antigua, contamos con un densitómetro de última generación, cuya precisión facilita detectar variaciones mínimas en la densidad mineral ósea. Esto es especialmente relevante en osteoporosis, donde una diferencia pequeña puede cambiar por completo la recomendación terapéutica. Con mediciones tan fiables, es posible hacer un seguimiento realista de la evolución y adaptar el tratamiento según la respuesta del hueso.