La colposcopia es uno de los procedimientos ginecológicos más importantes para detectar a tiempo problemas graves en el cuello uterino. Con solo unos minutos de examen, esta prueba permite identificar lesiones o células anormales que podrían ser el inicio de algo mucho más serio, como el cáncer de cuello uterino.
Si has recibido resultados sospechosos en una citología o presentas síntomas que preocupan a tu médico, la colposcopia es el siguiente paso fundamental. Además, es crucial si te han diagnosticado VPH positivo, ya que este virus está estrechamente relacionado con el desarrollo de lesiones previas al cáncer. ¿Quieres saber qué implica realmente y por qué es vital no ignorarla? Aquí te lo contamos todo.
¿Qué es la colposcopia?
La colposcopia es una prueba que permite examinar de manera detallada el cuello uterino, la vagina y la vulva con un colposcopio, un dispositivo que amplía las imágenes de estas zonas para que el médico pueda identificar cualquier signo de alerta.
No es un examen de rutina, pero cuando los resultados de tu citología indican células anormales o te han detectado VPH positivo, es el procedimiento que puede marcar la diferencia. La colposcopia permite ver lo que otros exámenes no pueden, detectando desde simples infecciones hasta lesiones precancerosas.
Este procedimiento es rápido, indoloro y se realiza de forma ambulatoria. El colposcopio no entra en contacto con el cuerpo, pero su capacidad de ampliación proporciona una visión detallada del tejido, algo crucial para encontrar cualquier anormalidad en su etapa más temprana.