Toda la información médica a tu alcance

  • Todos

  • Especialidad/
    Unidad Médica

  • Especialista

  • Prueba Diagnóstica

  • Tratamiento

CITA ONLINE CONSULTAR RESULTADOS

Actualidad

Candidiasis: una de las infecciones por hongos más frecuente

martes, 8 de abril de 2025

La candidiasis es una infección provocada por un crecimiento excesivo de hongos del género Candida, siendo Candida albicans la especie más común. Aunque forma parte de la microbiota habitual de nuestro cuerpo —especialmente en la boca, la piel, el intestino y la zona genital—, cuando se altera el equilibrio natural, este hongo puede proliferar y generar síntomas molestos. Esta situación, que puede parecer puntual, afecta cada vez a más personas y en distintos contextos, desde infecciones leves hasta cuadros que requieren atención médica urgente.

Muchas veces, la candidiasis se manifiesta de forma silenciosa, con signos que pueden confundirse con otras dolencias. Por ejemplo, un picor persistente en la zona íntima, molestias al tragar o enrojecimiento de la piel que no remite, son pistas que merecen atención. Reconocer estos indicios es clave para actuar a tiempo y evitar que la infección se complique. La candidiasis no distingue edad ni género, y puede afectar tanto a adultos como a niños, e incluso a personas con sistemas inmunitarios debilitados, donde adquiere un perfil más preocupante.

La importancia de comprender qué es la candidiasis va más allá de aliviar un malestar puntual. Se trata de entender cómo se origina, qué factores favorecen su aparición, cómo se manifiesta en sus diferentes formas y, sobre todo, qué tratamientos son eficaces para erradicarla. Desde la prevención hasta las opciones terapéuticas actuales, este reportaje busca ofrecer una visión clara y cercana sobre la candidiasis, despejando dudas frecuentes y ayudándote a detectar sus señales de alarma para proteger tu salud.

¿Qué es exactamente la candidiasis?

La candidiasis es una infección por hongos del género Candida. En condiciones normales, este microorganismo vive en equilibrio dentro de nuestro cuerpo sin provocar problemas. Sin embargo, determinados factores como una bajada de defensas, cambios hormonales o el uso prolongado de antibióticos pueden alterar este equilibrio y favorecer su crecimiento descontrolado.

Aunque se suele asociar la candidiasis con la zona genital, lo cierto es que puede manifestarse en múltiples áreas del organismo. Hablamos de candidiasis oral, cutánea, esofágica e incluso invasiva, cuando el hongo accede al torrente sanguíneo o a órganos internos, situación que requiere atención médica inmediata.

La Candida albicans es la especie más habitual, pero existen otras menos conocidas, como Candida glabrata o Candida tropicalis, que también pueden ser responsables de estas infecciones. La capacidad de adaptación de estos hongos y su resistencia creciente a ciertos tratamientos hacen que la candidiasis sea una infección a la que conviene prestar atención.

Factores que favorecen la aparición de candidiasis

No todas las personas tienen el mismo riesgo de padecer candidiasis. Existen circunstancias que incrementan notablemente las posibilidades de que esta infección se desarrolle. Por ejemplo, los cambios hormonales durante el embarazo, el uso de anticonceptivos hormonales o la diabetes mal controlada son algunos de los factores que crean un entorno propicio para la proliferación del hongo.

El uso prolongado de antibióticos es otro desencadenante habitual. Estos medicamentos, si bien son esenciales para combatir bacterias, también eliminan la flora bacteriana beneficiosa que mantiene a raya el crecimiento de la Candida. Cuando esto ocurre, el hongo encuentra vía libre para expandirse.

Además, las personas inmunodeprimidas, ya sea por enfermedades como el VIH, tratamientos oncológicos o trasplantes de órganos, tienen un riesgo significativamente mayor. En estos casos, la candidiasis puede evolucionar hacia formas graves que requieren tratamiento hospitalario.

Otros factores a tener en cuenta son:

  • La humedad constante en la piel o mucosas.
  • La obesidad, por la fricción y el sudor en ciertos pliegues cutáneos.
  • Una mala higiene o, por el contrario, una higiene excesiva que altere la flora protectora natural.

Síntomas de la candidiasis según su localización

Los síntomas de la candidiasis varían según la zona afectada, aunque comparten algunos rasgos comunes como el enrojecimiento, el picor o la sensación de ardor. Sin embargo, cada tipo tiene sus particularidades que conviene conocer.

Candidiasis vaginal

Se presenta con picor intenso, flujo espeso y blanquecino, enrojecimiento e irritación de la zona vulvar. Es uno de los tipos más frecuentes, y aunque no se considera una infección de transmisión sexual, sí puede aparecer tras relaciones íntimas, especialmente si se combinan con otros factores de riesgo.

Candidiasis oral

También conocida como "muguet", aparece como placas blanquecinas en la lengua y el interior de las mejillas, que a veces pueden sangrar al rasparlas. Es más común en bebés, personas mayores o quienes llevan prótesis dentales.

Candidiasis cutánea

Afecta principalmente a los pliegues de la piel, como las axilas, la zona inguinal o debajo de los senos. Se manifiesta con enrojecimiento, escozor y erupciones que pueden generar fisuras dolorosas si no se trata adecuadamente.

Candidiasis invasiva

Esta es la forma más grave, cuando el hongo pasa al torrente sanguíneo. Se presenta con fiebre persistente, escalofríos y malestar general. Requiere hospitalización urgente y tratamiento antifúngico intravenoso.

¿Cómo se diagnostica la candidiasis?

El diagnóstico de la candidiasis combina la observación de los síntomas con pruebas específicas que confirmen la presencia del hongo. En infecciones cutáneas o genitales, el especialista suele realizar una exploración directa de la zona afectada y puede tomar una muestra para su análisis en laboratorio.

En el caso de candidiasis oral, la simple inspección visual suele ser suficiente para identificar las placas características. Para formas más profundas o complicadas, como la candidiasis esofágica o invasiva, es necesario recurrir a pruebas complementarias como endoscopias, cultivos de sangre o estudios de imagen.

Detectar la candidiasis a tiempo es crucial para evitar complicaciones y recibir el tratamiento adecuado cuanto antes. Una identificación precisa también permite descartar otras patologías con síntomas similares.

Tratamientos eficaces para la candidiasis

El tratamiento depende de la localización de la infección, su gravedad y el estado general del paciente. En candidiasis localizadas, como la vaginal o la oral, suelen emplearse antifúngicos tópicos (cremas, óvulos vaginales o enjuagues bucales).

Cuando la infección es más extensa o resistente, el tratamiento requiere antifúngicos por vía oral o intravenosa. Medicamentos como el fluconazol o la anfotericina B son habituales en estos casos, siempre bajo prescripción médica.

Es importante seguir el tratamiento hasta el final, aunque los síntomas desaparezcan antes. Dejarlo prematuramente aumenta el riesgo de recaídas y contribuye a la resistencia del hongo frente a los fármacos.

Además del tratamiento médico, se recomiendan medidas complementarias para apoyar la recuperación:

  • Mantener la zona afectada limpia y seca.
  • Evitar el uso de prendas ajustadas o sintéticas.
  • Seguir una dieta equilibrada que limite el consumo de azúcares refinados, ya que estos pueden favorecer la proliferación del hongo.

➡️ ¿Y si tengo más dudas sobre la candidiasis?

 

Pues es muy sencillo, puedes mandarnos un correo electrónico a info@hospitallaantigua.com o bien puedes llamarnos por teléfono al teléfono 949 223 600.
Estaremos encantados de atenderte y resolver todas tus dudas.

Prevención de la candidiasis: hábitos que marcan la diferencia

Prevenir la candidiasis implica cuidar la salud general y mantener el equilibrio de la microbiota natural. Una correcta higiene, pero sin excesos, es fundamental para no alterar la flora protectora de la piel y las mucosas.

Evitar el uso prolongado e innecesario de antibióticos es otro pilar esencial. Siempre que sea posible, se deben utilizar bajo estricta supervisión médica y acompañarlos de probióticos para ayudar a preservar la flora intestinal.

Para las personas con mayor riesgo, como las inmunodeprimidas o las que atraviesan cambios hormonales importantes, es aconsejable adoptar medidas adicionales de protección. Consultar regularmente al especialista ayuda a detectar a tiempo cualquier signo de alerta y prevenir complicaciones mayores.

¿La candidiasis se contagia?

Una de las dudas más frecuentes sobre la candidiasis es si se trata de una infección contagiosa. La respuesta depende, en parte, del tipo de candidiasis de la que estemos hablando y del contexto en el que se produzca. Para empezar, es importante recordar que la Candida albicans, el hongo que más comúnmente causa esta infección, vive de forma habitual en nuestro organismo. Forma parte de la flora natural de la piel, la boca, el tracto gastrointestinal e incluso la zona genital. Por tanto, no siempre que haya presencia de este hongo significa que se esté ante una infección contagiosa.

En los casos de candidiasis vaginal, sí existe cierta posibilidad de transmisión durante las relaciones sexuales, aunque no se considera una infección de transmisión sexual en el sentido estricto. El contacto íntimo puede favorecer el desequilibrio en la flora vaginal, especialmente si uno de los dos miembros de la pareja ya presenta síntomas o está en tratamiento. Aun así, es importante recalcar que muchas mujeres desarrollan candidiasis por causas internas, como cambios hormonales o uso prolongado de antibióticos, sin que exista transmisión directa.

La candidiasis oral, por otro lado, se transmite con menor frecuencia, pero puede propagarse a través de besos u otros contactos cercanos si la persona tiene un sistema inmunitario debilitado o lesiones en la mucosa bucal. En ambientes hospitalarios o en personas con defensas muy bajas, las infecciones por Candida pueden diseminarse y causar complicaciones más serias, aunque esto es relativamente infrecuente en personas sanas.