La boca seca crónica, también conocida como xerostomía, es un problema que afecta a muchas personas y puede generar molestias en el día a día. La saliva desempeña un papel fundamental en la salud oral, ya que ayuda en la digestión, protege los dientes y encías, y mantiene el equilibrio de la flora bacteriana en la boca. Cuando su producción disminuye, pueden aparecer síntomas como sequedad, sensación pegajosa, mal aliento, problemas al tragar o hablar, y un mayor riesgo de caries e infecciones.
Este trastorno puede deberse a múltiples factores, desde el consumo de ciertos fármacos hasta enfermedades autoinmunes, ansiedad o hábitos como el tabaquismo. Además, no siempre es fácil diferenciar entre una sequedad bucal ocasional y un problema crónico que requiere atención médica.
Es necesario entender las causas y efectos de la xerostomía para encontrar soluciones que mejoren la calidad de vida de quienes la padecen. Mantener una hidratación adecuada, cuidar la alimentación y conocer los tratamientos disponibles puede marcar la diferencia en el control de este problema.
¿Qué es la boca seca crónica?
La boca seca crónica, o xerostomía, es una afección caracterizada por la reducción de la producción de saliva de manera persistente. A diferencia de la sequedad bucal ocasional, que puede ser temporal debido a la deshidratación o el consumo de ciertos alimentos, la xerostomía es un problema continuo que puede derivar en complicaciones de salud oral y general.
Esta alteración no solo afecta la sensación de confort en la boca, sino que también repercute en funciones esenciales como la masticación, la deglución y el habla. La saliva es clave para mantener el equilibrio bacteriano en la boca, evitando la proliferación de microorganismos que pueden causar caries e infecciones en las encías. Cuando su producción disminuye, se genera un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias dañinas.
Además, la xerostomía puede afectar el sentido del gusto, haciendo que los alimentos sepan diferentes o que ciertos sabores se perciban con menor intensidad. También puede provocar sensación de ardor en la lengua o la garganta, dificultando el consumo de alimentos secos o ácidos. Por estas razones, es fundamental prestar atención a los síntomas y buscar soluciones para mantener una salud bucodental óptima.
Diferencias entre sequedad bucal ocasional y crónica
La sequedad bucal ocasional suele estar asociada a factores transitorios, como la ingesta de alcohol, cafeína, deshidratación o el estrés puntual. En estos casos, la sensación de sequedad desaparece una vez que se corrige la causa subyacente.
En cambio, la xerostomía crónica persiste en el tiempo y puede deberse a enfermedades subyacentes, tratamientos médicos prolongados o el envejecimiento. Cuando la producción de saliva se ve reducida de manera constante, aumenta el riesgo de infecciones, caries y problemas en las encías.